“Conceptos clave de gestión de riesgo de desastres. ¿De qué manera aplicarías los objetivos internacionales de la Gestión del Riesgo a los problemas que se presentan en tu localidad”
Generalidades.
En el Ecuador, la amenaza de fenómenos naturales es permanente; los desastres son recurrentes y el riesgo está ahí siempre, con poblaciones y grupos humanos con mayor repercusión en ellos.
La magnitud y el tipo de eventos que hemos experimentado son las evidencias históricas que apuntan o nos hacen ver que la prevención y la mitigación de los desastres provocados por los fenómenos naturales deben ser tareas propuestas en los procesos de desarrollo, la estrategia para dar solución a los efectos de los eventos adversos no es simplemente reconstruir los daños para volver a la misma fragilidad y vulnerabilidad.
Desarrollo.
En el Ecuador, los eventos naturales han sido interpretados como interrupciones en los procesos de desarrollo, por lo tanto, la resiliencia se orienta únicamente a la reconstrucción de los sistemas originalmente afectados por el desastre, sin considerar los problemas endémicos y las vulnerabilidades que pudieren caracterizarlos.
La implantación de la Gestión de Riesgo como Política de Estado, es un desafío que deben enfrentar las instituciones de nuestro país, por ello se ahonda en los elementos que influyen en la vulnerabilidad, en virtud de constatar como los impactos de los fenómenos naturales reducen las fortalezas para enfrentar los desafíos del desarrollo y se exhorta a las instituciones locales a la ejecución de las etapas de la prevención del riesgo
Para reducir la vulnerabilidad es imprescindible analizar la ocupación, uso y manejo del territorio, de acuerdo con el potencial de sus recursos naturales, sus procesos geodinámicos y sus características culturales, es decir, ubicar, explotar y manejar racional y adecuadamente los recursos naturales, dentro de un contexto de gestión ambiental. Para perfeccionar estos instrumentos de gestión es preciso establecer cuales son las poblaciones, asentamientos e infraestructuras más vulnerables o expuestas a desastres naturales.
En todo evento adverso, unas zonas son más afectadas que otras y tienen prioridades locales y especiales, así por ejemplo las actividades de rehabilitación generan un empleo prioritario de la mayoría de los profesionales disponibles en esas jurisdicciones con lo que se restringe considerablemente los recursos humanos especializados en las instancias de esos campos de acción específicos, quedando las actividades de las zonas no afectadas sin estos servicios profesionales, sin embargo, existen una serie de asuntos críticos de importancia local que pueden reducir la vulnerabilidad como es el caso del apoyo vecinal de las provincias adyacentes no afectadas por el desastre. Estas situaciones críticas, son solventadas mediante una integración coordinada de protocolos de intervención que constituyen una agenda concreta de trabajo prioritario para el proceso de integración y apoyo mutuo interprovincial y sus instituciones frente a los desastres. (como ejemplo de lo vivido en el sismo del 16 de abril del 2016 las provincias y ciudades que sufrieron menos afectaciones apoyaron a las que soportaron el mayor impacto)
Las causas de los desastres, aunque en parte, se las pueden prevenir, atenderlos, rehabilitarlos y/o minimizarlos, no se los puede evitar y al planificar el desarrollo socio económico del país, se puede reducir sus efectos mediante la administración del riesgo.
Conclusión.
Encarar los fenómenos adversos en el Ecuador es un verdadero desafío, dadas sus características orográficas, tectónicas y océano-atmosféricas. La magnitud real de los efectos de muchos tipos de peligros (o amenazas) pueden ser minimizadas o reducidas si se aplican medidas preventivas adecuadas y oportunas que permitan reducir la vulnerabilidad, en un escenario como los eventos naturales perturbadores cada vez más frecuentes, debemos prevenir y garantizar la seguridad y la vida de las personas, los elementos de mitigación deben ser coordinadas gestionadas en función de las particularidades de cada ciudad, por ello propondría los siguientes puntos a manera de prevención, mitigación y resiliencia.
· contar con estudios científicos puede permitir establecer estándares de seguridad en zonas de riesgo.
· el desarrollo urbano y territorial se debe incorporar a la gestión de riesgos. El mapeo de vulnerabilidades puede contribuir a un mayor entendimiento del riesgo y a identificar las áreas que requieren de particular atención.
· las redes de intercambio de experiencias, buenas y malas, entre ciudades ayudan a tomar decisiones acertadas.
· una estrategia de gestión del riesgo debe ser capaz de adaptarse, acomodando sus requisitos y sus especificaciones a los diferentes casos, circunstancias y actores. La gestión del riesgo requiere de cooperación y adaptación para asegurar la viabilidad de las estrategias y su sostenibilidad a lo largo del tiempo.
· dado que los eventos perturbadores de origen natural son cada vez más impredecibles, se debe recurrir a estrategias creativas tomando como ejemplos eventos pasados locales y de otros lugares donde se han presentado y han podido recuperarse por sus propios medios en el menor tiempo posible.
· los sistemas de alerta temprana y los simulacros en las ciudades y poblaciones de con alta vulnerabilidad pueden prevenir la pérdida de vidas y propiedades si son canalizados para responder a distintos tipos de amenazas y si los ciudadanos los conocen bien.
· la inversión en infraestructura no termina al finalizar su construcción, sino que se requiere de un constante control de calidad y mantenimiento. Ignorar el estado de la infraestructura aumenta la posibilidad de afectación ante los riesgos naturales.
· el riesgo no puede ser manejado por una sola entidad o departamento, y no debe ser un enfoque basado únicamente en una respuesta sectorial. por lo cual la gestión del riesgo debe estar integrada en todos los componentes de la administración urbana.
En todo caso la prevención previo a la resiliencia urbana es el punto focal que en mayor medida aporta por el componente ambiental que, en muchos casos ha desencadenado grandes tragedias, las estrategias convencionales para manejar eventos no deseados se han enfocado en responder ante los mismos , cabe mencionar que la metodología para analizar riesgos puede variar , porque algunos son difíciles de cuantificar, y es donde muchas veces la inversión en la prevención resulta más económica que el gasto en la resiliencia, por ende trabajar desde la prevención temprana sería un buen punto para coadyuvar a las ciudades y poblaciones prevenidas y a su vez permitirá que la eficacia en resiliencia de las mismas sea inmediata y sensata.
BIBLIOGRAFIA.
· amenazas, vulnerabilidades, capacidades y riesgo en el ecuador. https://hal.archives-ouvertes.fr/hal-01191420
· plan de prevención de riesgos (dirección nacional de defensa civil ecuador)
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